martes, 24 de junio de 2008
EL CAMINO
Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once años, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Después de todo, que su padre aspirara a hacer de él algo más que un queseor era un hecho que honraba a su padre. pero por lo que a él afectaba...
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